Nos gusto tanto este articulo de nuestros amigos de TimeOUT que queremos compartirlo con ustedes. Cuando se viaja, uno de los objetivos es aprovechar al máximo el tiempo y volverse a casa con la sensación de no haberse perdido nada de lo más importante de la ciudad recién descubierta. Es una tarea complicada, lo sabemos, por eso os vamos echar una mano con esta selección de las 20 cosas que puedes hacer en Barcelona. Si se os quedan muchas en el tintero siempre podéis venir una segunda vez.

1. Pasea para descubrir la ciudad

Barcelona es una ciudad grande, pero tiene un tamaño perfecto para conocerla a pie. Olvidaros por un día del metro o el autobús turístico y recorredla dando bonitos paseos y cogiendo fuerzas en su amplia oferta gastronómica. Podéis optar por visitar los edificios y parques más importantes de la ciudad como la Ciutadella, el parque de Joan Miró o el castillo de Montjuïc, pero también existe una Barcelona que no sale en las guías. Os animamos a subir hasta Horta, a conocer el encanto del barrio de Sant Andreu, a ver una cara del Eixample menos conocida y a disfrutar de cinco panorámicas únicas.

Pero también existe la oportunidad de conocer la ciudad pedaleando. Numerosas son las rutas que la recorren, nosotros os proponemos 10 itinerarios por la ciudad y alrededores para que descubráis Barcelona a golpe de pedaleo, tanto si estáis en forma como si no.

Y si sois aficionados al running y no os permitís una tregua ni estando de vacaciones, esta es vuestra opción.

2. Gaudí y el Modernismo

La Pedrera

Sin duda, una de las atracciones turísticas (y también para los que viven aquí) es admirar la arquitectura modernista y las obras de Gaudí en particular. Podéis encontrar varios ejemplos de su trabajo por toda la ciudad, ya sean edificios civiles o religiosos. Los más famosos son la Sagrada Familia, impresionante por fuera y por dentro; el Park Güell, un lugar casi de cuento que emula un jardín inglés, o la Pedrera. Pero no dejéis pasar la oportunidad de visitar otros edificios de Gaudí que a veces ocupan un lugar más pequeño en las guías. Por ejemplo, el Palau Güell, la Casa Batlló, laCasa Vicens o (haciendo una pequeña escapada fuera de Barcelona) la cripta de la Colònia Güell, en Santa Coloma de Cervelló.

Pero Gaudí no fue el único exponente del Modernismo que dejó su huella en Barcelona. También merecen una visita, por ejemplo, la Casa Amatller y el Palau de la Música, de Puig i Cadafalch; la Casa Lleó Morera, diseñada por Domènech i Muntaner o la Casa de les Punxes. Otro ejemplo es el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Patrimonio de la Humanidad y cuyos jardines son un oasis en medio del bullicio de la ciudad.

Para saliros un poco de las rutas establecidas, os hablamos de 5 joyas modernistas menos conocidas.

3. Ve de concierto

Gran Teatre del Liceu

Barcelona tiene bastantes locales de música en directo, como Razzmatazz o la Sala Apolo, pero también tiene salas de conciertos maravillosas. El Gran Teatre del Liceu es un superviviente espléndido, decorado con pan de oro, lujosas alfombras rojas y mucha ornamentación. Consultad la programación, ya que las entradas no siempre son tan caras como pueda parecer y és un lugar que merece una visita. Por otro lado está L’Auditori, un espacio elegante con capacidad para 2.400 espectadores que no sólo programa conciertos de música clásica, si no también jazz, o músicas del mundo. El Palau de la Música Catalana es famoso por su arquitectura modernista y por la cantidad de actividades que acoge. Barcelona también acoge diversos festivales, desde el Primavera Sound alFestival Internacional de Jazz de Barcelona, el Sonar y el Cruïlla, entre otros.

4. Descubre la Barcelona del joven Picasso

El Misteri Picasso

Picasso recordaba Barcelona como hermosa y brillante, una ciudad donde pasó sus primeros años. Seguid los pasos del genio visitando los enclaves que marcaron su juventud. Pasear por la calle de la Reina Cristina y luego cruzar hasta el número 3 la calle de la Mercè y ver donde vivía su familia, aunque el edificio fue destruido. Si necesitáis hacer un alto en el camino, acercaros a Els 4 Gats, un lugar donde se reunían los artistas de la época para hacer tertulias, cenas y reuniones de arte. Para finalizar, visitad el Museu Picasso, una galería que acoge las obras de los años de formación de Picasso.

5. Tapas, pintxos y vermut

Casa de Tapes Cañota © Ivan Giménez

Los pintxos, platos del tamaño de un mordisco que se sirven sobre pan (la versión vasca de las tapas) también son una tendencia culinaria en Barcelona. Uno de los mejores lugares es Euskal Etxea, donde podréis saborear empanadillas de jamón serrano, pintxos de pollo en tempura con mayonesa de azafrán, queso provolone fundido con mango y jamón, o una mini-brocheta de carne de cerdo, pero hay muchos más sitios interesantes por la ciudad.

Pero si lo que os apetece es ir de tapas, las propuestas se multiplican. Las hay más elaboradas, las de toda la vida, lugares donde las patatas bravas son las estrellas de la carta o bares donde mejor se sirve la cerveza. Algunos de los imperdibles son el Quimet i Quimet, la Esquinica o El Jabalí. La oferta gastronómica más lúdica se podría completar con un vermut. Los fines de semanas son el momento ideal porque se dispone de más horas para «saltar» de bar en bar, pero realmente siempre es un buen momento para tomar vermut casero, de esas bodegas históricas. Os recomendamos el Bar CaldersLa Pepita y la Electricitat, por ejemplo.

6. Sube a la montaña de Montjuïc

© Greg Gladman / Time Out

La montaña de Montjuïc es perfecta para dar un paseo entre árboles y tener unas vistas estupendas, pero cuesta un poco más acceder a ella, por eso es menos visitada por los turistas. Allí están las instalaciones que se construyeron para los Juegos Olímpicos de 1992, incluido el Palau Sant Jordi o la torre de telecomunicaciones diseñada por Santiago Calatrava. Los que tengan más energía y suban hasta lo más alto de la colina se encontrarán el Estadi Olímpic y el Jardí Botànic.  A sus pies, la plaza de Espanya es el acceso más habitual a la montaña, y también podéis aprovechar para visitar elPavelló Mies van der Rohe y el centro cultural CaixaForum.

Podréis pasear también por los jardines de Laribal, diseñados por el paisajista francés Jean-Claude Nicolas Forestier. Tampoco os perdáis el vivero Tres Pins, donde se cultivan las plantas para los jardines y parques municipales de la ciudad, y tampoco quitaros el sombrero ante la estatua de bronce del poeta italiano Dante Alighieri en la plaza del mismo nombre.

7. Una jornada para el arte

Fundació Joan Miró Maria Dias

En Barcelona, ​​dar un paseo por el parque no es sólo una experiencia relajante, también puede ser un viaje artístico. Animaos a dar un paseo alrededor de los frondosos jardines del Teatre Grec y luego id a la Fundació Joan Miró, uno de los museos más grandes del mundo. Es el hogar de una colección de más de 225 pinturas, esculturas y 150 piezas gráficas del pintor surrealista español, junto a una serie de obras de sus contemporáneos.

Enumerar todos los museos y galerías de arte de la ciudad nos llevaría tiempo, pero una de las joyas de la ciudad es el MNAC (Museu Nacional d’Art de Catalunya), con piezas que recorren el arte catalán desde el románico hasta mediados de siglo XX.

Si preferís las pequeñas salas no dejéis de visitar el Palau Robert porque es gratis, por la oferta de exposiciones que acoge y porque el edificio en sí se lo merece, así como importantes galerías repartidas por la ciudad, algunas de las más prestigiosa son la ADN, la Joan Prats, la Galeria 3 Punts o la Toni Tàpies.

8. El Raval inspirador

Joaquim Costa Raval

Al igual que París, Barcelona también tiene un aroma literario. Son muchos los escritores que se han inspirado en el Raval profundo, también conocido como Barrio Chino. Frecuentado por vagabundos y prostitutas, el barrio constituye un escenario extrañamente atractivo para la novela existencial de Jean Genet Diario de un ladrón (1949) y es el telón de fondo de la novela sobre la guerra civil El Palacio(1962) de Claude Simon.

Pero El Raval es mucho más. Es comercio local, tiendas como Les TopettesChandal o Fusta’m son de visita obligada, y también es cultura urbana, música y gastronomía, como el Bar KasparoLo de Flor o el Dos Palillos.

Pero en el Raval también encontraréis imprescindibles de la cultura como el CCCB (que acoge exposiciones, conferencias, etc), el Macba, la Biblioteca de Catalunya o la nueva Filmoteca.

9. Conoce la historia de la ciudad

Muhba Museu d’Història de Barcelona

Cuando se visita una ciudad nueva, es recomendable informarse un poco sobre su historia para entender sus edificios, urbanismo, arte y también algo del carácter de sus gentes. Barcelona está llena de herencias de diversas culturas y a cada paso que deis por su calles os tropezareis con algún vestigio.

Podéis haceros una idea de su riqueza visitando el Museu d’Història de Barcelona (MUHBA) que conserva el patrimonio histórico de la ciudad y lo expone en sus diversas sedes (las principales son las de la plaza del Rei, el Call, el Templo de Augusto y el Refugio 307), el recién estrenado Born Centre Cultural, las Columnas de Adriano, las atarazanas reales del Museu Marítim, los diferentes refugiosque se construyeron para sobrevivir a la Guerra Civil, la isla modernista de la discordia o el Fossar de les Moreres, que en su día fue uno de los cementerios históricos de la cercana Santa Maria del Mar y que es un memorial de guerra por los muertos que hubo durante el asedio a Barcelona (1713-1714).

10. Prueba la cocina marinera

La Mar Salada Ivan Giménez

Nadie debería irse de Barcelona sin probar su cocina marinera. La ciudad brinda por el Rias de Galicia, en el Poble-sec, y por Cachitos, en el Eixample, por su fantástica variedad de pescados y mariscos. Cal Pep, en el Born, es conocido por su trifásico, una mezcla de chanquetes fritos, calamares y camarones y exquisitos tallarines. En la Barceloneta encontraréis La Mar Salada y Can Solé, con pescado y marisco fresco todos los días. Dejaros tentar.

11. Acércate al cielo

© Karl Blackwell / Time Out

Incluso si no eres un acérrimo creyente, debes visitar las magníficas iglesias de Barcelona por puro placer artístico y arquitectónico. La de Sant Pau del Camp es un raro ejemplo de arquitectura románica, con una fachada fantástica y un claustro extraordinario, y la elegante basílica de Santa María del Mar que es quizás el mejor ejemplo de supervivencia del gótico catalán y un lugar de paz hasta para los ateos. Pero el edificio religioso gótico por excelencia es la Catedral de Barcelona, dedicada a Santa Eulàlia, la patrona de la ciudad. Gótica, majestuosa y con un claustro famoso por sus 13 ocas blancas. 13 como los años que tenía la patrona cuando murió martirizada.

Tampoco podéis dejar de visitar Sant Pere de les Puel·les, Santa Maria del Pi (declarada Bien Cultural de Interés Nacional en 1931 y donde también tienen lugar conciertos de música clásica) y Sant Felip Neri, para muchos situada en la plaza más bonita de la ciudad.

12. Saborea lo mejor de la nueva cocina catalana

Dos Palillos

Si queréis acercaros a la nueva cocina catalana, visitad el Cinc Sentits. Su chef, Jordi Artal, respeta las recetas clásicas (prepara un pan de coca con foie gras y crujiente de puerros o magret de pato con mazana), pero también añade su toque personal a platos como la gamba de Palamós con ajoblanco con cerezas y helado. Para acabar, reservaros apetito para los quesos artesanales catalanes o el «huevo falso», con chocolate blanco alrededor de una yema de maracuyá. Es uno de los restaurantes con Estrella Michelin más asequibles de la ciudad.

La oferta de cocina creativa de Barcelona es muy extensa, aunque muchas veces eso conlleve llevar más dinero en los bolsillo, pero os aseguramos que cenar en el Dos Cielos, en el Dos Palillos, en elMoments o en el Tickets es una experiencia que se paga a gusto.

13. Endúlzate el paladar

Christian Escribà

Sí, Barcelona también es dulce. Tenéis una buena selección de confiterías donde escoger. Escribà es el maestro en chocolates y dulces de fantasía, Papabubble son los reyes de los caramelos artesanales y en Bubó hacen joyas en vez de bombones. En invierno, podéis tomaros un reconfortante chocolate caliente en las diversas granjas de la calle de Petritxol o visitar La Granja.

Pero según la época del año en la que visitéis Barcelona veréis que los escaparates de las principales panaderías y pastelerías están llenos de dulces especiales. En Todos los Santos en Cataluña se comen panellets (unos pastelitos pequeños con base de mazapán que pueden estar cubiertos de piñones, almendras, coco u otros ingredientes); buñuelos en Cuaresma, cocas de fruta, crema y chicharrones en San Juan o las artísticas Monas en Pascua. Y la oferta edulcorada no se detiene. En verano, presos del calor, bajad por la Ronda de Sant Pau hasta la calle Parlament, allí encontraréis la horchatería Sirvent, de las mejores de la ciudad. Por no hablar de las numerosas heladerías. Para chuparse los dedos.

14. Báñate en el Mediterráneo

La Barceloneta©Pere Tordera

Barcelona tiene un poco más de 4 kilómetros de playas en las que estirar la toalla, plantar la sombrilla, embadurnarse de crema y poner la mochila a buen recaudo. Desde la playa de Sant Sebastià pasando por la Barceloneta, la playa de la Nova Icària o la Mar Bella. Cada una con su chiringuito, también nocturnos, donde refrescarse durante la jornada de sol. Pero a sólo unos minutos en tren o en un breve trayecto en coche, podéis visitar otras localidades costeras con playas de ensueño. ¡El Mediterráneo es un regalo!

15. Llena la maleta de moda local

The Box ©Maria Dias

El estilo tiene la etiqueta de Barcelona enganchada. Los compradores que recorran las calles del centro de la ciudad reconocerán al instante tiendas de marcas españolas como Mango o Zara, pero también deberían hacer una incursión en las tiendas de Zazo & Brull, propiedad de una pareja de diseñadores que combinan materiales y texturas con resultados excelentes y a un precio asequible. Si lo que buscas son accesorios, encontraréis vuestro objeto de deseo en Cuervo Cobberblack Bird, donde podréis comprar un par de zapatos artesanales, o visitar RooM, donde venden los zapatos de Anaid kupúri. The Box, está dedicada al talento local, así como Syngman Cucala. Tiendas y boutiques donde obtener verdaderos hallazgos, todos hechos en Barcelona.

16. Adéntrate en el corazón gay de la ciudad

Museum

Si Barcelona quisiera ser una capital gay, lo sería por el Eixample, conocido como Gaixample por la cantidad de tiendas y clubes que atienden a la clientela de esta tendencia sexual. Empieza la noche tomando una copa en Museum o en el Plata Bar. En verano, una de las paradas debe ser la terraza del Hotel Axel. Si lo que te gusta es bailar hasta el amanecer, Metro es una buena opción, así como el clásico Arena, donde tanto chicos como chicas son bienvenidos.

17. Ven a sus fiestas populares

Festa del cel

¿Cuánto tiempo puedes estar de fiesta sin parar? ¿Una semana? Entonces septiembre es el mejor mes para visitar Barcelona, ya que celebra sus Festes de la Mercè. Comenzó siendo un pequeño desfile religioso, pero se ha ido convirtiendo en una fiesta de la cultura catalana que dura una semana. Hay actuaciones, un deslumbrante despliegue de fuegos artificiales a lo largo de los 7 kilómetros de playas de la ciudad, un espectáculo aéreo frente al mar, exposiciones, actividades infantiles y conciertos gratuitos de todos los estilos.

Pero la cosa no acaba aquí, a partir de la segunda quincena de agosto el barrio de Gràcia, el mejor barrio según nuestros lectores, celebra su fiesta grande. Uno de los principales reclamos, y su sello de identidad, es el concurso de calles decoradas. Cada año se superan haciendo que paseemos por el fondo marino, por el mundo de fantasía de Disney o entre dinosaurios. Durante todo el día las actividades se suceden, desde las más tradicionales y familiares hasta conciertos.

Y cuando las fiestas de Gràcia terminan, las de Sants le cogen el relevo. El funcionamiento es similar, pero a menor escala y muy vivida por los propios vecinos del barrio, más que por los turistas o el resto de barceloneses.

18. Tómate algo en una terraza

Bar Calders ©Ivan Moreno

En Barcelona, si queréis relajaros y disfrutar de una cerveza bien fría una buena opción es uno de los muchos bares y cafeterías con terraza de las que dispone la ciudad. Algunos ejemplos son el Bar Colombo, un bar de tapas con una pequeña terraza con vistas al puerto, o el Kasparo Bar, con mesas bajo la sombra de arcos con vistas a un parque infantil. Otra opción es Bar Calders, pequeño y muy acogedor o las cafeterías con terraza dispuestas lo largo de La Rambla, como el Quim de la Boqueria.

¡Ah! pero no es sólo un privilegio estival, en invierno también

19. Pasea por sus barrios

Muchos turistas tienen la tendencia de dedicar sus días en Barcelona para visitar los barrios más céntricos (BornGòticEixample), pero la ciudad es mucho más. Gràcia es vida a todas horas y en sus callecitas encontraréis tiendas para satisfacer vuestro lado más consumista. Sarrià todavía conserva el encanto de un pequeño pueblo y Montjuïc está lleno de parques y jardines por donde pasear o hacer un picnic. Pero sin duda, son Poble-sec y Sant Antoni los barrios que más se han puesto de moda, sobre todo por su gran oferta gastronómica y de ocio y de calidad. To finance your next vacation check out short term loans online same day payout

20. Disfruta de una buena fiesta

Barcelona Jazz Orquestra / Apolo

Si ya habéis descubierto parte de la cara que Barcelona muestra de día, llega el momento de darlo todo en los principales clubes y discotecas de la ciudad y asegurarse una noche de fiesta memorable. La Sala Apolo es una garantía, con fiestas temática todos los días de la semana (Nasty Mondays, Crappy Tuesdays, Midnight Call…), Razzmatazz es el templo de la fiesta desde hace años, con fiestas y sesiones en sus diferentes salas, Sidecar es el templo de la música Indie rock desde hace 30 años, y el Magic es la discoteca de rock por excelencia de Barcelona. Si sois más de funk y música negra bailable, vuestro reducto es el Marula.

Fuente https://www.timeoutbarcelona.es/barcelona/es/viaje/20-cosas-para-hacer-en-barcelona-1